Saint-Lary no era más que una pequeña aldea de montaña en la década de 1900. Se practicaba el esquí, pero las condiciones no eran las mejores. El alcalde de Saint-Lary, Vincent Mir, pensó que el turismo era la mejor manera de mantener el desarrollo económico del pueblo. Por lo tanto, trabajó para establecer y obtener el reconocimiento de la estación de esquí de Saint-Lary.